Los que escriben boludeces en un blog.
Los que dejan que los chicos hagan cualquier cosa en lugares públicos.
Los que creen que armar quilombo y defender sus derechos son sinónimos.
Los que inventan derechos y proceden del modo anterior.
Los que mencionan como propias, cosas que sacan literalmente de la TV, o de la Radio o del diario, o de internet.
Los que se autocitan ("yo siempre digo que...")
Los que acometen la tarea de elegir facturas como si fuera un desafío intelectual o algo muy, pero muy serio.
Los que preguntan en cualquier comercio si no tienen algo que no está a la vista.
Los publicitarios que insisten en esterotipos familiares que no existen.
Los tipos de guardapolvo blanco que aparecen en las publicidades de diversos productos.
Los que creen que saber beber y provocarse un coma alcohólico son la misma cosa.
Los que, para manejar, entrecierran los ojitos.
Los que creen que imitar la forma de hablar de los adolescentes, los rejuvenece.
Los que se refieren a sí mismos como "los papás y las mamás".
Los que dan órdenes por el handy, mientras están en un bar leyendo el diario y hacen como que les calienta en serio con lo que pasa del otro lado.
Los que ponen cara de hablar por handy.
Los eufemistas compulsivos.
Los verbalizadores de sustantivos.
Los que se disfrazan de delincuentes, creyendo que así no les va a tocar que los afanen.
Los movileros que insisten en comenzar sus notas con la frase "Estamosacá en..."
Los que usan como muletilla el "A ver: me parece que vos no me entendès.." cuando lo que no entienden es que los contradicen o los desafían o los desobedecen o los mandan al carajo.
Los que insisten en ponerle nombres en inglés a los productos de belleza ("Wonder Lips", "Ass Upper" y cosas así).
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